Esta tibetana era la abuela paterna de nuestra campeona Jampa. Era propiedad del criadero i molossi del tibet de Maurizio Rivoira.
Alcanzar 14,5 años de vida no es muy frecuente en perros de razas gigantes como el tibetano. Su excelente constitución y el exquisito cuidado con que la trataba su propietario Maurizio Rivoira han sido los factores que, sin duda, han contribuido a tanta longevidad.
Sirvan estas palabras de recuerdo para la madre, abuela y bisabuela de tantos buenos cachorros nacidos en Europa incluyendo, por supuesto, a todos los hijos de nuestra Jampa que llevan parte de sus genes en su sangre.
1 comentario:
Bufff. una lastima, cuanto car´ño se le puede coger a un perrillo... Lo único que no me anima es que el clima alicantino no le sentará bien, porque son preciosos. Pero tanto calor no puede ser bueno.
Un saludo!
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